Las películas de ciencia ficción como Star Wars nos dio una idea de lo que podría ser los hologramas en el futuro.
La mayoría de los sistemas existentes se basan en dispositivos ópticos holográficos que nos dan la ilusión de ver un holograma en suspensión en el aire. Estas tecnologías ofrecen grandes actuaciones, pero el Santo Grial es lograr la visualización de píxeles real en el aire sin ningún tipo de pantalla.
La tecnología holográfica aérea 3D, basada en el uso de plasma inducido por láser, se utiliza para modificar las moléculas de aire a aparecer puntos brillantes de luz, creando de este modo píxeles en suspensión. Sin embargo, esta tecnología es peligrosa, ya que puede quemar la piel.
Investigadores japoneses de la Universidad de Tsukuba han aumentado la velocidad de sus rayos láser para crear un holograma, todavía basado en plasma, pero que ahora se pueden mover de forma segura.
Para calentar las moléculas de aire para que aparezca un pixel de luz, los investigadores dibujan pulsos ultracortos de láser de todos los femtosegundos (una millonésima de una milmillonésima parte de un segundo).
Estos pulsos ultra-cortos no pueden dañar la piel. Los hologramas que se muestran en el aire pueden reaccionar en tiempo real al tacto y generar una retroalimentación háptica. Por ejemplo, romper el holograma para tocar y sentir las ondas de choque generadas por el plasma, como si la luz fuera una sustancia física.
En esta etapa de la investigación, los investigadores pueden crear hologramas de 8 m con una resolución de 200.000 voxels (volumétricos Píxeles – Pixels 3D) por segundo.
Esta tecnología puede ser capaz algún día de permitir crear hologramas interactivos, sistemas de visualización sin pantalla, interfaces táctiles que flotan en el aire…